El precio de la electricidad ha subido el 400% en un año, mientras el del gas natural crecía el 130%, unos costes que no se pueden repercutir a las empresas integradoras.
Una agrupación de explotaciones avícolas de engorde de pollos ha solicitado una reunión con el ministro Luis Planas para mostrarle su situación “insostenible” por culpa de una escalada de costes “brutal e imprevisible”, que lleva a sus titulares a perder dinero “a diario” y les obliga a cerrar.
El documento cuenta con el respaldo de 200 avicultores, que suman una producción anual superior a los 70 millones de animales.
El impulsor de la iniciativa ha sido Alexis Codesal, con una granja de engorde en Calzada del Coto (León), que pone como ejemplo su propia explotación. Si el gasto en energía y gas era de 22.000 euros al año hasta hace poco, ahora ese gasto es de 70.000 euros, una escalada que supera con creces el margen que le quedaba. “Si esto sigue así estaré perdiendo dinero día a día, hasta que cierre”, recalca.
El precio de la electricidad ha subido el 400% en un año, mientras el del gas natural crecía el 130%. Al mismo tiempo, otros costes de la actividad han experimentado subidas de entre un 20 y un 50%.
Los firmantes proponen dos posibles medidas, que tendrían carácter coyuntural: recibir 8 céntimos más por kilo de carne o percibir una ayuda de un euro por plaza de animal (una plaza puede suponer seis crianzas de pollo en un año).
De no adoptarse una de estas medidas, se cerrarán “multitud” de estas granjas, “empezando por las de los más jóvenes, que se han incorporado recientemente y tienen que amortizar toda la inversión”, según Codesal, para quien “es una realidad que va en contra del discurso de que se debe fijar población en el medio rural”.